miércoles, 11 de julio de 2012

No te salves

No te salves


(Poemas de otros - 1974)
Canciones de amor y desamor

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
         no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
       pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
            entonces
no te quedes conmigo.


Interpretación del poema por Miguel Ángel Solá.

jueves, 5 de julio de 2012

Vaya uno a saber

Vaya uno a saber


(Poemas de otros - 1974)
De otros diluvios

Amiga
la calle de sol tempranero
       se transforma de pronto
       en atajo bordeado de muros vegetales
el rascacielos da la visión despiadada
       de un acantilado de poder
los colectivos pasan raudos
       como benignos rinocerontes
y en un remoto bastidor de cielo
       las nubes son sencillamente nubes

la muchacha cargada de paquetes
       es una hormiga demasiado obvia
       y en consecuencia la descarto
pero el lisiado de noble rostro
       ése si avanza como un cangrejo
la monjita joven de mejillas ardientes
       crece como un hongo sin permiso
el hollín va siendo lentamente rocío
y el olor a petróleo se convierte en jazmín

y todo eso por qué
sencillamente porque
en la primera línea
pensé en vos.

Apenas y a penas

Apenas y a penas

(Poemas de otros - 1974)
De otros diluvios

Pensó
         ojalá que no
Pero esta vez acaso sea la última

con el deseo más tierno que otras noches
tentó las piernas de la mujer nueva
      que afortunadamente no eran de carrara
posó toda su palma sobre la hierbabuena
      y sintió que su mano agradecía

viajó moroso y sabio por el vientre
      se conmovió con valles y colinas
se demoró en el flanco y su hondonada
      que siempre era su premio bienvenido
anduvo por los pechos eligiendo al azar
      y allí se quedó un rato descifrando
con el pulgar y el índice reconoció los labios
      que afortunadamente no eran de coral
y deslizó una mano por debajo del cuello
      que afortunadamente no era de alabastro

pensó
         ojalá que no
pero puede ser la última

y si después de todo
es la última vez

entonces cómo      cómo haré mañana
de dónde sacaré la fuerza y el olvido
para tomar distancia de esta orografía
de esta comarca en paz
de esta patria ganada

                      a penas y a penas
                      a tiempo y a dulzura
                      a ráfagas de amor.

miércoles, 27 de junio de 2012

Vamos juntos

Vamos juntos

(Letras de emergencia - 1973)
Versos para cantar

Con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

  compañero te desvela
  la misma suerte que a mí
  prometiste y prometí
  encender esta candela

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

  la muerte mata y escucha
  la vida viene después
  la unidad que sirve es
  la que nos une en la lucha

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

  la historia tañe sonora
  su lección como campana
  para gozar el mañana
  hay que pelear el ahora

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

  ya no somos inocentes
  ni en la mala ni en la buena
  cada cual en su faena
  porque en esto no hay suplentes

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero

  algunos cantan victoria
  porque el pueblo paga vidas
  pero esas muertes queridas
  van escribiendo la historia

con tu puedo y con mi quiero
vamos juntos compañero.


Ventana oscura

Ventana oscura

(Ras de sueño - 1967)

La noche es inhumana, nadie sabe
como se cierra esa ventana oscura
si no lo hace con su propia llave,

replegado en su sombra y sin usura
con la memoria más que nunca alerta,
dispuesta a no pactar con la cordura.

La confidencia siempre desconcierta
y un poco más la amnesia lisa y llana,
esa que olvida a cara descubierta.

Después de todo, si nos da la gana
podemos olvidar, y es poca gloria
ese olvido. La noche es inhumana

ave de muerte, muerte migratoria
que anida en estos ojos y propone
otros que ya no ven escapatoria.

Ignoro cómo se las descompone
para ser tan oscura, tan oscura,
y conseguir que yo se lo perdone.

El pasado es un rostro que madura,
una herida en el sueño, un devaneo,
dos o tres signos para la aventura.

El futuro es un tímido rodeo
al tiempo sin revés, al tiempo de muerte
que desgasta las piedras y el deseo.

Unos tienen la ruina, otros la suerte
De mirarse mirando, espejo y pozo.
De todos modos hay que ser muy fuerte

o cobarde de un modo escandaloso
para no rechazar el desafío
y contemplar en calma ese espantoso

gesto que muere, y admitir: Es mío.

martes, 26 de junio de 2012

Defensa de la alegría

Defensa de la alegría

(Preguntas al azar - 1986)
El sur también existe

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del caos y de las pesadillas
de la ajada miseria y de los miserables
de las ausencias breves y definitivas

defender la alegría como un atributo
defenderla del pasmo y de las anestesias
de los pocos neutrales y de los muchos neutrones
de los graves diagnósticos y de las escopetas

defender la alegría como un estandarte
defenderla del rayo y la melancolía
de los males endémicos y de los académicos
del rufián caballero y del oportunista

defender la alegría como una certidumbre
defenderla a pesar de dios y de la muerte
de los parcos suicidas y de los homicidas
y del dolor de estar absurdamente alegres

defender la alegría como algo inevitable
defenderla del mar y de las lágrimas tibias
de las buenas costumbres y de los apellidos
del azar y también
                                      también de la alegría.

Amor de tarde

Amor de tarde

(Poemas de la oficina - 1956)

Es una lástima que no estés conmigo

cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco las mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme “¿Qué tal?” y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tu con el tizne azul de mi carbónico.

Ceniza

Ceniza

(Próximo prójimo - 1965)

Falta saber el último sentido,
quiero decir: si es pueblo o es imperio.
Cada noticia con su desmentido,

cada desolación con su misterio.
Claro, cuando el misterio es mentira
nadie se atreve a perdonar en serio

ni a romper el espejo en que se mira
ni menos a gritar, porque ese grito
no tiene otro respaldo que su ira.

Qué difícil negocio el infinito.
Al destino encomiendan la aventura,
yo a las pruebas me remito.

Siempre que la verdad está madura,
despiadado el azar nos fiscaliza.
Menos mal que su voz es insegura:

“No ha fénix” dice. “Sólo habrá ceniza”.

jueves, 21 de junio de 2012

Todo el instante

Todo el instante

(Noción de patria - 1963)

Varón urgente
hembra repentina

no pierdan tiempo
quiéranse

dejen todo en el beso
palpen la carne nueva
gasten el coito único
destrúyanse

sabiendo

que el tiempo pasará
que está pasando
que ya ha pasado para los dos
urgente viejo
anciana repentina.

martes, 19 de junio de 2012

El hígado de Dios

El hígado de Dios

(Las soledades de Babel - 1991)
Babel

Dios padre / campechano
en el estilo de juan veintitrés
dijo / dejad que los excomulgados
vengan a mí / dejadlos

abortistas / herejes
adúlteros o gays
marxistas / sacerdotes casados
guerrilleros
venid a mí / libérrimos
vuestro es el reino
de los cielos míos

en cierto modo debo compensaros
por los vejámenes sin cuento
por los agravios con encíclica
que os viene inflingiendo
mis vicarios

desde la inquisición
me duele el hígado

venid excomulgados
hijos míos.

Poema frustrado

Poema frustrado

(Noción de patria - 1963)

Mi amigo
que es un gran poeta
convocó a los poetas.

Hay que escribir un poema
sobre la bomba atómica
es un horror
nos dijo
un horror horroroso
es el fin
es la nada
es la muerte
nos dijo
no es que te mueras solo
en tu cama
rodeado
del llanto y de la familia
del techo y las paredes
no es que llegue la bala
perdida o encontrada
a cortarte el aliento
a meterse en tu sueño
no es que el cáncer te marque
te perfore
te borre
no es tu muerte
la tuya
la nada que ganaste

es el aire viciado
es la ruina de todo
lo que existe
de todo
nadie llorará a nadie
nadie tendrá sus lágrimas
y eso es lo mas horrible
la muerte sin testigos
sin últimas palabras
y sin sobrevivientes
la muerte toda muerte
¿me entienden?
hay que escribir un poema
sobre la bomba atómica.

Quedamos en silencio
con las bocas abiertas
tragamos el terror
como saliva helada
luego nos fuimos todos
a cumplir la consigna.

Juro que lo he intentado
que lo estoy intentando
pero pienso en la bomba
y el lápiz se me cae
de la mano.

No puedo.

A mi amigo el poeta
le diré que no puedo.

lunes, 18 de junio de 2012

Orden del día

Orden del día

(Despistes y franquezas - 1989)

En la ciudad de Montevideo, a las nueve horas y cua­renta minutos del día quince de mayo del año mil nove­cientos ochenta y siete, se reúne el Directorio de Abecé, S. A., en la sala de conferencias de su Casa Central, bajo la presidencia de don Tomás Olarte, ejerciendo la Secre­taría don Virgilio Sánchez, y con asistencia de los voca­les, doña Magdalena Bravo de Maura, y los señores Orosmán Nieto, Alberto J. Salas, Prudencio Solanas Gómez, Elíseo H. Matta, José Pedro Vilches, Javier Za­mora Aguirre y Juan Jacinto Lozano.

El señor Secretario da lectura al acta anterior, que es aprobada con una observación del señor Zamora Aguirre acerca de lo que entiende como error de sintaxis en la redacción del párrafo cuarto línea siete, corrección que es aprobada por mayoría, con la observación, esta vez, del señor Vilches, quien no considera haya error alguno de sintaxis en la redacción del mencionado párrafo.

El Presidente recuerda que el Orden del Día de la pre­sente sesión consta sólo de dos puntos: 1) Estado de las negociaciones con Silver Inc., de Sioux City, Iowa, y 2) Ajustes del presupuesto.

Al entrar a considerar el primer punto, toma la palabra el señor Solanas Gómez para informar que las negocia­ciones con Silver Inc., de Sioux City, Iowa, siguen un cur­so normal y bastante favorable a los intereses de Abecé, S. A. Recuerda que, tras la primera oferta de la compañía norteamericana (de la que existe cumplida constancia en el acta número ciento cincuenta y cuatro, correspondien­te a la sesión celebrada el cuatro de abril próximo pasa­do) y la contraoferta de Abecé, S. A. (cuyo texto íntegro fue transcrito en el acta número ciento cincuenta y cinco de la sesión correspondiente al once del mismo mes), las conversaciones mantenidas desde entonces por él (o sea el señor Solanas Gómez) con el enviado de la compañía ofertante, Mr. Oswald Browning, se hallan bien encami­nadas, habiéndose designado el pasado día doce, con el conocimiento y el aval del señor Presidente, una comi­sión especial, integrada por dos miembros de cada parte, a fin de estudiar de manera exhaustiva el procedimiento más apto y menos riguroso de eludir las pesadas cargas impositivas a las que la operación en trámite estaría so­metida en una y otra nación.

A las diez horas y doce minutos y por razones obvias, se resuelve pasar a cuarto intermedio con el propósito de analizar el informe elevado por la mencionada comisión.

A las diez horas y cuarenta minutos, se da por levanta­do el cuarto intermedio y se reanuda la sesión, pasándo­se entonces a tratar el segundo punto del Orden del Día: Ajustes del presupuesto.

Toma la palabra el señor Matta para expresar que, en su opinión personal y en la de sus inmediatos asesores, y ya que, debido a las limitaciones que imponen las nor­mas vigentes, no es posible bajar los sueldos y jornales del personal de la Casa Central y las tres sucursales de Abecé, S. A., pero teniendo en cuenta que muchas de las tareas contables y administrativas se han visto notoria­mente simplificadas con la adopción de excelentes equi­pos de computación, por todo ello considera necesario planificar con urgencia una drástica reducción del perso­nal que hasta ahora estaba asignado a funciones de con­tabilidad y administración. Añade el señor Matta que ac­tualmente se está estudiando a cuánto llegaría el monto de las indemnizaciones por despido que sería imprescin­dible abonar, sin perjuicio de que, por supuesto, se utili­cen aquellos resquicios y ambigüedades que toda ley ine­vitablemente incluye, a fin de que las mencionadas erogaciones se reduzcan al mínimo. De todas maneras, concluye el señor Matta, el ahorro que representarán a la empresa, por distintas razones, los equipos de computa­ción recientemente adquiridos, compensará con creces y en poco menos de un año el eventual desembolso que ocasionen las susodichas indemnizaciones.

A continuación pide la palabra doña Magdalena Bra­vo de Maura para señalar que no está en absoluto de acuerdo con los despidos de personal que propone el se­ñor Matta, ya que ésa no fue nunca la política de su di­funto esposo, don Norberto Maura, fundador de la Em­presa, quien siempre tuvo muy en cuenta las buenas rela­ciones con el personal y defendió la dignidad humana del trabajador.

El señor Matta pide una interrupción para exponer que, con todos los respetos debidos, debía recordarle a doña Magdalena Bravo de Maura que su marido, que en paz descanse, siempre había sido un pésimo negociante, una suerte de romántico aprés la lettre, alguien que ma­nejó la empresa puede que con mucha dignidad humana pero con escasos dividendos, y que en los más califica­dos círculos mercantiles del país y de la Bolsa, siempre había sido considerado un tarado (sic) y, en opinión de los más severos, un imbécil (sic).

Interviene el señor Nieto para decir que no le permite al señor Matta expresarse de ese modo ofensivo sobre el respetado fundador de la Empresa, y menos aún agraviar de esa manera gratuita y sin fundamentos a su viuda doña Magdalena.

El señor Matta responde que se caga (sic) en el funda­dor, a quien califica de mero chantapufi, y en cuanto a lo dicho por el señor Nieto añade que qué otra cosa podía esperarse de semejante cara de culo (sic). Interviene el señor Presidente para pedir encarecidamente a los seño­res miembros del Directorio que no empleen vocablos no autorizados por la Academia de la Lengua.

Aclara el señor Matta que el vocablo culo figura en el Diccionario de la Academia, pero el señor Presidente se­ñala a su vez que él no se refería al vocablo culo sino al vocablo chantapufi.

Pide entonces la palabra el señor Nieto para señalar que más cara de culo tendrá el señor Matta, y que además todo el mundo está cumplidamente enterado de las cuantiosas comisiones que dicho miembro del Directorio ha percibido hasta ahora de la calificada compañía que instaló los equipos de computación.

El señor Matta interviene a su vez para proclamar que lo que sí todo el mundo cumplidamente sabe es que un apuesto y joven empleado (aclara que no dice su nombre para no tener conflictos con el sindicato) de Abecé, S. A., tiene desde hace tiempo relaciones más íntimas que co­merciales con la señora Nieto, y que, en consecuencia, un infecto cornudo (sic, sic) como el señor Nieto no tiene ninguna autoridad moral para acusar, ni a él (o sea el señor Matta) ni a nadie, de delitos que sólo existen en su mente afiebrada.

El señor Nieto pide autorización al señor Presidente para ponerse de pie, y una vez que el permiso le es con­cedido, se traslada hacia el sitio que ocupa el señor Matta y sin pedir anuencia le propina un fuerte golpe de puño en pleno rostro. El señor Matta responde con un rápido y enérgico manotazo, pero, a pesar de ese intento defensi­vo, es inmediatamente inmovilizado por un segundo gol­pe del señor Nieto, que en esta oportunidad le alcanza en el mentón, sólo a medias protegido por una barba de corte francés. El señor Matta exige que quede constancia en actas de la actitud descomedida del señor Nieto.

En vista de que el señor Matta sangra abundantemen­te y que doña Magdalena Bravo de Maura ha sufrido un desvanecimiento, el Presidente propone, a las once horas y ocho minutos, que el Directorio pase a cuarto interme­dio, y así se resuelve.

A las doce horas y treinta minutos, se levanta el cuarto intermedio y se reanuda la sesión, con la ausencia, debi­damente justificada, de doña Magdalena Bravo de Maura y de los señores Matta y Nieto. El señor Presidente deja constancia de que doña Magdalena ha regresado a su domicilio, por no encontrarse en la adecuada disposi­ción de ánimo como para seguir el curso de la sesión con la atención que ésta merece; que el señor Matta recibe a esta altura los debidos cuidados en la sala de primeros auxilios de un Sanatorio de reconocido prestigio, y que el señor Nieto ha decidido, de motu proprio, faltar con avi­so al resto de la sesión.

La secretaria toma nota de esas justificadas ausencias, y tras un breve y cordial intercambio de ideas, se resuelve postergar la consideración del punto segundo del Orden del Día hasta la próxima sesión, que, salvo indicación en contrario, tendrá lugar el próximo veintidós de mayo, a las nueve y treinta horas.

Siendo las doce horas y cuarenta y ocho minutos, se levanta la sesión.

Solo mientras tanto

Solo mientras tanto

(Solo mientras tanto - 1950)

Vuelves, día de siempre,
rompiendo el aire donde
el aire había crecido como muros.

Pero nos humillas brutalmente
y en la sencilla náusea de tu claridad
sabemos cuándo se nos caerán los ojos,
el corazón, la piel de los recuerdos.

Claro, mientras tanto
hay oraciones, hay pétalos, hay ríos,
hay la ternura como un viento húmedo.
Solo mientras tanto.

Empero

Empero

(Solo mientras tanto - 1950)

Cierro los ojos para disuadirme.
Ahora no es, no puede ser la muerte.
Está el escarabajo a tropezones,
mi sed de ti, la baja tarde inmóvil. 
De veras está todo como antes:
el cielo tan inerme,
la misma soledad tan maciza,
la luz que se devora y no comprende.
Todo está como antes
de tu rostro sin nubes,
todo aguarda como antes la anunciada
estación en suspenso,
pero también estaba entonces este pánico
de no saber huir y no saber
alejarme del odio.
De veras todo está
destruido, indescifrable,
como verdad caída inesperadamente
del cielo o del olvido
y si alguien, algo me golpea los párpados
es una lenta gota empecinada.
Ahora no es, no puede ser la muerte.
Abro los ojos para convencerme.

viernes, 15 de junio de 2012

La culpa es de uno

La culpa es de uno

(Poemas de otros - 1974)
Los personajes: Ramón Budiño

ii

Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido

todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron

hasta aquí había hecho y rehecho
        mis trayectos contigo
hasta aquí había apostado
a inventar verdad
pero vos encontraste la manera
        una manera tierna
        y a la vez implacable
        de desahuciar mi amor

con un solo pronóstico lo quitaste
        de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste con nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí nomás lo dejaste
a solas con sus suerte
que no es mucha

creo que tenés razón
la culpa es uno cuando no enamora
        y no de los pretextos
        ni del tiempo

hace mucho        muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
        más no fue tierno

ahora estoy solo
francamente
                        solo

siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado

antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno

con los ojos bien secos
por si acaso

miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.

Pausa

Pausa

(Poemas de otros - 1974)
Los personajes: Ramón Budiño

i

De vez en cuando hay que hacer
         una pausa
contemplarse a si mismo
sin la fruición cotidiana

examinar el pasado
         rubro por rubro
         etapa por etapa
         baldosa por baldosa

y no llorarse las mentiras
sino cantarse las verdades.

Última noción de Laura

Última noción de Laura

(Poemas de otros - 1974)
Los personajes: Laura Avellaneda

                                  a ana maría picchio

Usted martín santomé no sabe
cómo quería yo tener ahora
todo el tiempo del mundo para quererlo
pero no voy a convocarlo junto a mí
ya que aún en el caso de que no estuviera

todavía         muriéndome
entonces moriría
solo de aproximarme a su tristeza

usted martín santomé no sabe
cuánto he luchado por seguir viviendo
cómo he querido vivir para vivirlo
pero debo ser floja incitadora de vida
porque me estoy muriendo          santomé

usted claro no sabe
ya que nunca lo he dicho
ni siquiera
esas noches en que usted me descubre
con sus manos incrédulas y libres
usted no sabe cómo yo valoro
su sencillo coraje de quererme

usted martín santomé no sabe
         y sé que no lo sabe
porque he visto en sus ojos
         despejando
         la incógnita del miedo

no sabe que no es viejo
que no podría serlo
en todo caso allá usted con sus años
yo estoy segura de quererlo así

usted martín santomé no sabe
qué bien que lindo dice
                                        avellaneda
de algún modo ha inventado
mi nombre con su amor

usted es la respuesta que yo esperaba
a una pregunta que nunca he formulado
usted es mi hombre
         y yo la que abandono
usted es mi hombre
         y yo la que flaqueo

usted martín santomé no sabe
al menos no lo sabe en esta espera
qué triste es ver cerrarse la alegría
sin previo aviso
                        de un brutal portazo

es raro
pero siento
                       que me voy alejando
de usted y de mí
que estábamos tan cerca
de mí y de usted

quizá porque vivir es eso
es estar cerca
y yo me estoy muriendo
                                     santomé
no sabe usted
qué oscura
                  que lejos
                                  que callada

usted
martín
martín cómo era

los nombres se me caen
yo misma me estoy cayendo

usted de todos modos
no sabe ni se imagina
qué sola va a quedar
mi muerte
sin
su
vi
da.