viernes, 29 de mayo de 2009

Conciliar el sueño

Comienzo con los cuentos. Este lo recordé porque hace una semana soñé en ingles pero con subtítulos (por cierto muy bien subtitulado el sueño) así que para hacer frente a la franca risa de mi familia, comparto este cuento.
 
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Conciliar el sueño

(Buzón de tiempo - 1999)


Lo que ocurre, doctor, es que en mi caso, los sueños vienen por ciclos temáticos. Hubo una época en la que soñaba con inundaciones. De pronto los ríos se desbordaban y anegaban los campos, las calles, las casas y hasta mi propia cama. Fíjense que en mis sueños aprendía a nadar y gracias a eso sobreviví a las catástrofes naturales. Lamentablemente, esa habilidad tuvo una vigencia sólo onírica, ya que un tiempo después pretendí ejercerla, totalmente despierto, en la piscina de un hotel y estuve a punto de ahogarme.
Luego vino un período en que soñé con aviones. Más bien, con un solo avión, porque siempre era el mismo. La azafata era feúcha y me trataba mal. A todos les daba champan, menos a mí. Le pregunté por qué y ella me miró con un rencor largamente prolongado y me contestó: «Vos sabés bien por qué». Me sorprendió tanto aquel tuteo que casi me despierto. Además, no imaginaba a qué podía referirse. En esa duda estaba cuando el avión cayó en un pozo de aire y la azafata feúcha se desparramó en el pasillo, de tal manera que la minifalda se le subió y pude comprobar que abajo no llevaba nada. Fue precisamente ahí cuando me desperté, y, para mi sorpresa, no estaba en mi cama de siempre sino en un avión, fila 7 asiento D, y una azafata con rostro de Gioconda me ofrecía en inglés básico una copa de champán. Como ve, doctor, a veces los sueños son mejores que la realidad y también viceversa. ¿Recuerda lo que dijo Kant? «El sueño es un arte poético involuntario.»
En otra etapa soñé reiteradamente con hijos. Hijos que eran míos. Yo que soy soltero y no los tengo ni siquiera naturales. Con el mundo como está. Me parece un acto irresponsable concebir nuevos seres. ¿Usted tiene hijos? ¿Cinco? Excuse me. A veces digo cada pavada.
Los niños de mis sueños eran bastante pequeños. Algunos gateaban y otros se pasaban la vida en el baño. Al parecer, eran huérfanos de madre, ya que ella jamás aparecía y los niños no habían aprendido a decir mamá. En realidad, tampoco me decían papá, sino que en su media lengua me decían «turco». Tan luego a mí, que vengo de abuelos coruñeses y bisabuelos lucenses. «Turco vení», «Turco, quero la papa», «Turco, me hice pipí». En uno de esos sueños, bajaba yo por una escalera medio rota, y zas, me caí. Entonces el mayorcito de mis nenes me miró sin piedad y dijo: «Turco, jodete». Ya era demasiado, así que desperté de apuro a mi realidad sin angelitos.
En un ciclo posterior de fútbol soñado, siempre jugué de guardameta o golero o portero o goalkeeper o arquero. Cuántos nombres para una sola calamidad. Siempre había llovido antes del partido, así que las canchas estaban húmedas y era inevitable que frente a la portería se formara un laguito. Entonces aparecía algún delantero que me fusilaba con ganas y en primera instancia yo atajaba, pero en segunda instancia la pelota mojada se escabullía de mis guantes y pasaba muy oronda la línea de gol. A esa altura del partido (nunca mejor dicho), yo anhelaba con fervor despertarme, pero todavía me faltaba escuchar cómo la tribuna a mis espaldas me gritaba unánimemente: traidor, vendido, cuánto te pagaron y otras menudencias.
En los últimos tiempos mis aventuras nocturnas han sido invadidas por el cine. No por el cine de ahora, tan venido a menos, sino por el de antes, aquél que nos conmovía y se afincaba en nuestras vidas con rostros y actitudes que eran paradigmas. Yo me dedico a soñar con actrices. Y qué actrices: digamos Marilyn Monroe, Claudia Cardinale, Harriet Anderson, Sonia Braga, Catherine Deneuve, Anouk Aimée, Liv Ullmann, Glenda Jackson y otras maravillas. (A los actores, mi Morfeo no les otorga visa.) Como ve, doctor, la mayoría son veteranas o ya no están, pero yo las sueño como aparecían en las películas de entonces. Verbigracia, cuando le digo a Claudia Cardinale, no se trata de la de ahora (que no está mal) sino la de La ragazza con la valiglia, cuando tenía 21. Marilyn, por ejemplo, se me acerca y me dice en un tono tiernamente confidencial: «I don't love Kennedy. I love you. Only you». Sepa usted que en mis sueños las actrices hablan a veces en versión subtitulada y otras veces dobladas al castellano. Yo prefiero los subtítulos, ya que una voz como la de Glenda Jackson o la de Catherine Deneuve son insustituibles.
Bueno, en realidad vine a consultarle porque anoche soñé con Anouk Aimée, no la de ahora (que tampoco está mal) sino la de Montparnasse 19, cuando tenía unos fabulosos 26 años. No piense mal. No la toqué ni me tocó. Simplemente se asomó por una ventana de mi estudio y sólo dijo (versión doblada): «Mañana de noche vendré a verte, pero no a tu estudio sino a tu cama. No lo olvides». Como voy a olvidarlo. Lo que yo quisiera saber, doctor, es si los preservativos que compro en la farmacia me servirán en sueños. Porque ¿sabe? no quisiera dejarla embarazada.

Vas a parir felicidad

Vas a parir felicidad

(Preguntas al azar - 1986)
El sur también existe

Vas a parir felicidad
yo te lo anuncio tierra virgen
tras rescatarte dividida
y no hallar nada que te alivie
como abono inesperado
absorberás la sangre humilde

vas a parir felicidad
en un futuro que no existe
vas a parir felicidad
mientras en huertos imposibles
la limpia baba de dios padre
cae como un diluvio triste

vas a parir felicidad
yo te lo anuncio tierra virgen
después de hundirte surco a surco
y como vieja tumba abrirte
después de alzarte como un hongo
y deslumbrarnos como un cíclope

vas a parir felicidad
y no habrá almas disponibles
vas a parir felicidad
como una bendición horrible
y nadie habrá de recogerla
en un futuro que no existe.

Oda a la pacificación

Oda a la pacificación

(Letras de emergencia - 1973)
Tres odas provisiorias

No sé hasta donde irán los pacificadores con su ruido metálico de paz
pero hay ciertos corredores de seguros que ya colocan pólizas contra la pacificación
hay quienes reclaman la pena del garrote para los que no quieren ser pacificados

cuando los pacificadores apuntan por supuesto tiran a pacificar
y a veces hasta pacifican dos pájaros de un tiro

es claro que siempre hay algún necio que se niega a ser pacificado por la espalda
o algún estúpido que resiste la pacificación a fuego lento
en realidad somos un país tan peculiar
que quien pacifique a los pacificadores un buen pacificador será.

martes, 26 de mayo de 2009

Carta al comisario del cielo

Carta al comisario del cielo

(Próximo prójimo - 1965)

Lo decidí antenoche mientras iba
caminando sin rumbo y sin apuro
bajo la lluvia lenta mansa justa

no voy a ir así que no me espere
usted dirá qué tipo quién lo entiende
con un cielo sin fin tan confortable
empedrado sin malas intenciones
un sueño tan formal y tan a gusto

ah me consta que el cielo ha mejorado
sus condiciones habitacionales
con un confort solemne y cibernético
con nuevos eugenistas y mitólogos
con reinas de belleza y vendimia
y un escuadrón de arcángeles acróbatas
custodios de oraciones voladoras
con bromas sobre Dios y sobre el diablo
con leyes contra el diablo únicamente
y una gendarmería insuperable
(todos los comisarios van al cielo)
y una censura seca y puritana
(ya sé que a los censores corresponde
la provincia celeste de los cuáqueros)

me consta que allí están los delatores
si delataron por la buena causa
y los torturadores si invocaron
a Dios la democracia y la familia
me consta que allí están los impotentes
insospechables de concupiscencia
y los estafadores si estafaron
antes e darse a la filantropía
me costa todo eso y sin embargo
usted dirá qué tipo quién lo entiende
yo me conozco y sé que extrañaría
ha de ser deprimente no ver rostros
prolíficamente subversivos
ni suicidas colgados de ideales
ni la nostalgia de la carne alegre
ni el peligroso honor de la blasfemia
ni víctimas de un asco melancólico
o de un calambre de desobediencia

yo me conozco y sé que extrañaría
de modo que haré el trámite preciso
para que me permuten el boleto
le ruego que me comprenda y me disculpe
diga si quiere que me fui al infierno
pero si esta palabra está vedada
o si al decirla arriesga usted su puesto
diga sencillamente que renuncio
por que el cielo está tan organizado
que en su autopista no hay cómo extraviarse
bajo la lluvia lenta mansa justa.

Despistes y franquezas

Despistes y franquezas
(Poemas de otros - 1974)
Epílogos míos

i
La política es una forma de amor, pero no viceversa; por algo en el amor es mucho más fácil tener el corazón caliente que la cabeza fría.

ii
El hombre bueno casi siempre se aburre de sus rencores. Pero siempre hay un rencor que confirma la regla.

iii
La muerte es una traición de Dios.

iv
¡Si uno conociera lo que tiene, con tanta claridad como conoce lo que le falta!

v
Cuando una mujer dice: “todo tu cuerpo es corazón”, es porque todo su cuerpo es corazón.

vi
Desde que los hijos educan a los padres, se acabaron los complejos de Edipo.

vii
El pan nuestro de cada día, provoca gases y malas digestiones.

viii
Cuando sueño contigo no hablo sino que canto en sueños.

ix
Cuando parece que la vida imita al arte, es porque el arte ha logrado imitar la vida.

x
Los Otros que invento son confidencias sobre aquello que desgraciadamente no me ocurre.

xi
La generosidad es el único egoísmo legítimo.

xii
Epitafio para un vanidoso: “Bah...”

xiii
La soledad es también un homenaje al prójimo.

xiv
El inconveniente de la autocrítica es que los demás pueden llegar a creerla.

xv
Los Otros que invento dicen a veces cosas que yo no habría dicho ni aunque fuera otro.


xvi
No es que cambie, sino que el espejo no tiene memoria.

xvii
No seamos sectarios: la infancia es a veces un paraíso perdido. Pero otras veces es un infierno de mierda.

xviii
Un torturador no se redime suicidándose. Pero algo es algo.

xix
Contra el optimismo no hay vacunas.

xx
Cuando el infierno son los otros, el paraíso no es uno mismo.

xxi
El vicediós siempre es ateo.

Ahora todo está claro

Ahora todo está claro

(Cotidianas - 1979)
Desmitifiquemos la Vía Láctea


Cuando el presidente carter
se preocupa tanto
por los derechos
                  humanos
parece evidente que en ese caso
derecho no significa facultado
o atributo
o libre albedrío
sino diestro
o antizurdo
o flanco opuesto al corazón
lado derecho en fin
en consecuencia
¿no sería hora
de que iniciáramos
una amplia campaña internacional
por los izquierdos
                  humanos?

jueves, 21 de mayo de 2009

Ausencia de Dios

Ausencia de Dios

(Solo mientras tanto - 1950)

Digamos que te alejas definitivamente
hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mi, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.

Después de ese dolor redondo y eficaz,
pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia
ni que me atreva a preguntar si cabes
como siempre en una palabra.

desgarradoramente idéntica a las otras
que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
de mi voz como niño, esa que no sabía.

Ahora que miedo inútil, que vergüenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que Dios muere, se resbala,
que Dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandará siglos de ceniza.

Es tarde. Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Soy un caso perdido


Llueven las noticias del entierro de Mario, tristes noticias que se van transformando de a poco en certezas.

Mando y publíco esto para los que intentan obstinadamente en retratarlo como un viejito buenito y medio chocho de la vida. Un perfecto “amorista” del que solo brotaban rimas para poemas de amor.

Mario tuvo varias facetas pero entre todas ellas se puede encontrar las/sus posiciones ante este mundo (muchas veces de mierda).

El poema fue publicado en 1979; cuando Mario estaba lejos de ser un viejito inspira-ternura. Han pasado más de 30 años y de seguro el sentido del mismo, lo mantuvo hasta su último respiro. Quizás por eso es tan imprescindible leerlo, tan difícil no quererlo y tan inexplicable extrañarlo sin haberlo abrazado.


Soy un caso Perdido

(Cotidianas - 1979)

Por fin un crítico sagaz reveló
(ya sabía yo que iban a descubrirlo)
que en mis cuentos soy parcial
y tangencialmente me exhorta
a que asuma la neutralidad
como cualquier intelectual que se respete


creo que tiene razón

soy parcial
de esto no cabe duda
más aún yo diría que un parcial irrescatable
caso perdido en fin
ya que por más esfuerzos que haga
nunca podré llegar a ser neutral


en varios países de este continente
especialistas destacados
han hecho lo posible y lo imposible
por curarme de la parcialidad
por ejemplo en la biblioteca nacional de mi país
    ordenaron el expurgo parcial
    de mis libros parciales
en argentina me dieron cuarenta y ocho horas
     (y si no me mataban) para que me fuera
con mi parcialidad a cuestas
por último en perú incomunicaron mi parcialidad
      y a mi me deportaron


de haber sido neutral
no habría necesitado
esas terapias intensivas
pero qué voy a hacerle
soy parcial

incurablemente parcial
y aunque pueda sonar un poco extraño
totalmente
parcial


ya sé
eso significa que no podré aspirar
a tantísimos honores y reputaciones
      y preces y dignidades
que el mundo reserva para los intelectuales
      que se respeten
es decir para los neutrales
con un agravante
como cada vez hay menos neutrales
las distinciones se reparten
entre poquísimos


después de todo y a partir
de mis confesadas limitaciones
debo reconocer que a esos pocos neutrales
les tengo cierta admiración
o mejor les reservo cierto asombro
ya que en realidad se precisa un temple de acero
para mantenerse neutral ante episodios como
girón
     tlatelolco
               trelew
                     pando
                          la moneda


es claro que uno
y quizá sea esto lo que quería decirme el crítico
podría ser parcial en la vida privada
y neutral en las bellas letras
digamos indignarse contra pinochet
    durante el insomnio
y escribir cuentos diurnos
    sobre la atlántida


no es mala idea
y claro
tiene la ventaja
de que por un lado
uno tiene conflictos de conciencia
y eso siempre representa
un buen nutrimento para el arte
y por otro no deja flancos para que lo vapulee
la prensa burguesa y/o neutral


no es mala idea
pero
ya me veo descubriendo o imaginando
en el continente sumergido


la existencia de oprimidos y opresores
parciales y neutrales
torturados y verdugos
o sea la misma pelotera
cuba sí yanquis no
de los continentes no sumergidos


de manera que
como parece que no tengo remedio
y estoy definitivamente perdido
para la fructuosa neutralidad
lo más probable es que siga escribiendo
cuentos no neutrales
y poemas y ensayos y canciones y novelas
no neutrales
pero advierto que será así
aunque no traten de torturas y cárceles
u otros tópicos que al parecer
resultan insoportables a los neutros


será así aunque traten de mariposas y nubes
y duendes y pescaditos.

martes, 19 de mayo de 2009

Chau Pesimismo

Chau pesimismo

(Preguntas al azar - 1986)
País después

Ya sos mayor de edad:
tengo que despedirte
pesimismo

años que te preparo el desayuno
que vigilo tu tos de mal agüero
y te tomo la fiebre
que trato de narrarte pormenores
del pasado inmediato,
convencerte de que en el fondo, somos
gallardos y leales,
y también que al mal tiempo buena cara

pero como si nada
seguís malhumorado arisco e insociable
y te repantigás en la avería
como si fuese una butaca pullman
se te ve la fruición por el malogro
tu viejo idilio con la mala sombra
tu manía de orar junto a las ruinas
tu goce ante el desastre inesperado

claro que voy a despedirte
no sé por qué no lo hice antes
será porque tenés tu propio método
de hacerte necesario
y a uno lo deja triste tu tristeza
amargo tu amargura
alarmista tu alarma

ya vas a decirme no hay motivos
para la euforia y celebraciones
y claro cuandonó tenés la razón
pero es tan boba tu razón tan obvia
tan remendada y remedada
tan igualita al pálpito
que enseguida se vuelve sinrazón

ya sos mayor de edad
chau pesimismo

y por favor andate despacito
sin despertar al monstruo.

lunes, 18 de mayo de 2009

Chau número tres

Este fue un correo que escribí al enterarme de su muerte, y el que presiona la primera tecla para este blog:


Benedetti, Mario o Don Mario


Tres maneras con las que lo he llamado tantas veces y las mismas ha acudido con sus palabras tantas veces re leídas.

Queda trunca mi esperanza de conocerlo, de estrecharle la mano y hacerle saber que todavía somos muchos porfiados los que como él, tenemos esperanzas pero que nos amargamos y blasfemamos lindo cada rato.

La ironía, el humor y la sencillez que comunicó en sus escritos quedan grabados y son repetidos por varias generaciones. Mi caso es uno de ellos, pues a través de sus poemas primero y sus novelas después, abrimos incontables caminos de comunicación con mi madre. Gracias a ella pude agarrar uno tras otro los libros que encontré en su biblioteca, incluso llegue a leer por error a un Antonio di Benedetto, pero eso es ya otra historia.

De la poesía y la novela luego por el cuento, que es donde me regocijé por mucho tiempo y finalmente artículos y sus perplejidades finamente ácidas y directas. Pude conocer, mediante su palabra, ese Uruguay que me ha sido esquivo. Concluir y coincidir conversaciones con y en sus poemas fue algo cotidiano, haber tenido largas épocas en las que transcribía uno a uno sus poemas para enviarlos por correo electrónico, fue mucho más que una afición.

Por él llego a varios otros, entre consagrados por sus artes o amigos que quedaron marcados por un lugar definido en mi historia.

Hoy, cerrando círculos, fue precisamente mi madre la que me dio la noticia, que ya venía prevenida pues fui yo el que le anunció que una vez más Mario había sido internado. Así a lo lejos, donde menos sospechaba nuestro querido amigo escritor, contaba con un pequeño apoyo y recibía deseos para su mejora.

Me vienen muchas ideas para recordarlo, para honrarlo; entre ellas publicar en algún sitio un poema diario, que quizás sea la más seria y próxima, pero me queda una íntima, tratar de copiar lo vivido con mis hijos, verlos emocionarse con sus palabras o reírse con las ocurrencias de sus cuentos y quizás, aspirar a que ellos compartan la vena por un mundo mejor; lucha que tan bien asumió este querido amigo. Chau Don Mario, pero solo un Chau número 3.



Chau número 3

(Poemas de otros - 1974)
Canciones de amor y desamor


Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus atardeceres

sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro

te dejo frente al mar
descifrándote a solas
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota

te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía

pero tampoco te creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas este abandono

estaré donde menos lo esperes
por ejemplo en un árbol añoso
de oscuros cabeceos

estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra

estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen

y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.

Biografía

Mario Orlando Hamlet Hardy Brenno Benedetti Farugia.

Nació el 14 de setiembre de 1920 en Paso de los Toros, Uruguay, donde sus padres Brenno Benedetti (químico farmacéutico y enólogo) y Matilde Farrugia se conocieron y se casaron. En 1922 se trasladaron a Tacuarembó, capital del departamento, y poco después a Montevideo, donde en 1928 nació Raúl, el hermano menor, enólogo en su juventud, que años más tarde habría de destacarse en el dibujo comercial y en la pintura. Mario ingresó en el Deutsche Schule de Montevideo, donde completó los seis años de Enseñanza Primaria y aprendió alemán, lo que le sirvió posteriormente para ser el primer traductor de Kafka en Uruguay. Cuando en esas aulas se hizo presente el nazismo, fue inmediatamente retirado por don Brenno.

Durante dos años fue alumno del liceo Miranda, pero el resto de Secundaria lo cumplió como estudiante libre. En esos mismos años aprendió taquigrafía, que durante largo tiempo fue su medio de vida. A los 14 años empezó a trabajar, primero como taquígrafo, luego como vendedor, funcionario público, contable, periodista, locutor de radio, traductor. Se formó como periodista junto a Carlos Quijano, en el semanario Marcha. En 1946 se casó con Luz López Alegre, que falleció en abril de 2006. Durante quince años integró el personal de una importante inmobiliaria, llegando a desempeñar el cargo de Gerente General. En 1948 funda y dirige la revista Marginalia y luego integra la redacción del semanario Marcha, en el que llegó a dirigir la sección literaria. Como periodista trabajó en El Diario, La Mañana (donde codirigió con Álvarez Olloniego la página literaria “Al pie de las letras”) y La Tribuna Popular, donde comenzó a hacer crítica cinematográfica y teatral. Integró además el staff del Semanario Brecha, y colaboró con El País de Madrid, la revista Punto Final de Santiago de Chile, la revista Crisis de Buenos Aires, entre otras.

Formó parte del grupo de la Revista Número de Montevideo junto a Idea Vilariño, Carlos Martínez Moreno, Emir Rodríguez Monegal, Sarandy Cabrera y Manuel Antonio Claps.

Desde 1968 a 1971 dirigió el Centro de Investigaciones Literarias, de la Casa de las Américas, en La Habana, y además integró el Consejo de Dirección de esa misma Institución. De 1971 a 1973 dirigió el Departamento de Literatura Hispanoamericana, en la Facultad de Humanidades y Ciencias de Montevideo. En 1973 a raíz del golpe militar renunció a este último cargo y debió abandonar el país por razones políticas. Etapas de sus doce años de exilio fueron Argentina, Perú, Cuba y España. A partir de 1985, con el restablecimiento de la democracia en su país residió una parte del año en Montevideo y otra en Madrid.

Ha publicado más de 80 libros con más de 1200 ediciones y ha sido traducido a más de 25 lenguas. Su obra aborda diversos géneros: poesía, cuento, novela, ensayo y crítica literaria. Como humorista publicó numerosas crónicas bajo el seudónimo Damocles, primero en Marcha y luego en la revista Peloduro. Ha escrito además numerosas letras de canciones, reunidas en el volumen Canciones del Más Acá (1988) e incorporadas al repertorio de más de cuarenta cantantes, entre los que figuran Joan Manuel Serrat, Nacha Guevara, Los Olimareños, Daniel Viglietti, Alfredo Zitarrosa, Pablo Milanés, Soledad Bravo, Amparo Ochoa, Laura Canoura, Rosa León, los Gambino, Eduardo Darnauchans, Adriana Varela, Numa Moraes, Tania Libertad, Marilina Ross, etc. El recital A dos voces, de canto (Daniel Viglietti) y poesía (Mario Benedetti) ha sido presentado en veinte ciudades de América Latina y Europa.
Ha integrado jurados de cine en los festivales internacionales de La Habana, San Sebastián y Valladolid, y de literatura en Uruguay, Argentina, Cuba, México, Ecuador, Panamá y España.

El Consejo de Estado de Cuba le otorgó en 1982 la Orden Félix Varela y en 1989 la medalla Haydée Santamaría. En 1987, Amnistía Internacional confirió en Bruselas el Premio Llama de Oro a su novela Primavera con una esquina rota, y en 1995 le fue otorgada en Chile la medalla Gabriela Mistral, así como en 2005 la medalla Pablo Neruda. En 1996 obtuvo en Uruguay el Premio Especial Bartolomé Hidalgo a su obra ensayística. En 1993 la Universidad de Buenos Aires lo designó Profesor Honorario, y en 1996 en Uruguay le fue otorgado el título de Profesor Emérito en la Facultad de Humanidades y Ciencias. En 1997 fue nombrado Doctor Honoris Causa por las Universidades de Alicante, Valladolid y La Habana, y en el 2004 recibió igual distinción de la Universidad de la República en Montevideo. En 1999 le fue otorgado en España el VIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. En el mismo año, en Uruguay, el Ministerio de Educación y Cultura le otorgó (conjuntamente con el narrador Julio da Rosa) el Gran Premio Nacional a la Actividad Intelectual. En 1999 la Cámara de Representantes de Colombia le otorgó la Orden de la Democracia en el grado Gran Cruz. En el año 2005 le fue otorgado en Santander, España, el Premio Internacional Menéndez Pelayo. Recibió el Premio Alba en la categoría Letras y la Orden Francisco de Miranda Primera Clase por parte del Gobierno Bolivariano de Venezuela en 2007, y en 2008 el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Córdoba, Argentina.

Algunas veces en compañía de su mujer y en otras ocasiones en forma individual emprendió numerosos viajes, que incluyen países como España, Francia, Alemania, Suiza, Dinamarca, Noruega, Suecia, Bélgica, Gran Bretaña, Austria, Finlandia, Italia, Grecia, Portugal, Unión Soviética, Bulgaria, Egipto, Estados Unidos, Argentina, Cuba, México, Nicaragua, Brasil, Chile, Ecuador, Colombia, Venezuela, Perú, Panamá y Costa Rica.

Fallece el 17 de mayo de 2009 en su casa de Montevideo.